lunes, 28 de diciembre de 2015

Sangre al Fin - Capítulo 4


(...) Aterrada se encogió en la cama, abrazándose las rodillas con la intención de protegerse del vampiro que estaba frente a ella. No puede ser cierto, se dijo Annika comenzando a llorar,  él está muerto. ¡Lo vi caer con mis propios ojos! Pero a pesar de convencerse a sí misma de eso, aún era capaz de ver la sombra de Viktor frente a ella.  Viktor, en cambio,  la observaba desde el pie de la cama con una expresión seria en su rostro,  inmóvil,  y Annika al momento de atreverse a fijar la vista en él se percató de que su figura brillaba de una manera extraña.  

—Dime que eres solo una alucinación –le pidió con voz entrecortada—. Dime que solo eres un producto de mi mente perturbada y que en realidad sigues muerto. 
—¿Qué te hace pensar que soy una alucinación? –le preguntó Viktor dando un paso hacia delante, acercándose más—. Tú sabes a la perfección que no estoy muerto, que continúo vivo en aquel pequeño en tu vientre –y apuntó con un dedo hacia ella. 

Annika comenzó a negar con la cabeza efusivamente, casi obligándose a enfrentar la realidad, de que Viktor no se encontraba en la habitación en ese momento y de que ella continuaba durmiendo. Pero a pesar de todos sus esfuerzos por obligar a convencerse,  aún veía los ojos blancos de él fijos en ella y de la sonrisa que esbozaban sus labios, casi con un gesto de maldad.  

—¿Por qué sigues atormentándome Viktor? –le preguntó Annika de pronto mientras las lágrimas de color rojo caían por sus mejillas—. ¿Qué fue eso tan malo que te hice para que te vengues de mí de esta manera? 
—Pronto recordarás todo y entenderás. Y dirás que te mereces todo lo que te he hecho.  

Al parecer aquel que estaba muerto no lo está. Si quieren saber más de esta novela, no se olviden de leer el capítulo completo en Wattpad. 

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